Conservatismo auténtico.

La dinamia conservadora es profunda, no superficial; su renovación es orgánica, y actúa no para reformar o transformar, sino para conservar la identidad. Porque sólo se conserva renovándose. Renovarse es vivir, se ha dicho, pero la renovación no es más que un medio, el medio de conservar, que es el fin vital en la naturaleza de la sociedad.