Teología de Gnon.

Texto de Spandrell, publicado en Bloody Shovel el 27 de diciembre del 2016.

 

Propongo un pequeño ritual para cuando nosotros los reaccionarios nos veamos en persona. Primero buscamos una Iglesia, o cualquier otro edificio bonito y viejo. Énfasis en viejo, más que en bonito. Llegamos y el cabecilla dice la siguiente línea, que los aprendices repetirán:

No hay dios más que Gnon. Quec es su avatar y Jordan Peterson un profeta decente.

Una vez hecho esto, el cabecilla muestra una píldora roja al aprendiz, se la entrega y el aprendiz la traga. No, la muerde. La mastica, la devora. Es dura, es amarga, cuesta mascarla, pero al final deja un sabor muy placentero. Luego ocurre la iluminación oscura.

Ahora, escuchen este pequeño extracto (1:04:50), casi al final.

La ilustración oscura tiene a la evolución como base. Esto no está abierto a discusión. El criticismo a la modernidad en líneas no-evolucionistas simplemente es reacción clásica, tradicionalismo religioso. Eso es algo, no es mi algo, pero ahí está. Lo llego a leer hasta en mis comentarios, usualmente viniendo de un judío algo irritante. En sí es algo bueno que esté ahí, incluso si es molesto. Pero hay una razón por la cual la reacción es algo y la neo-reacción es otra cosa. Arnold Kling llamó a Moldbug un «nuevo reaccionario» porque él vio que sus ideas no eran simplemente las viejas nociones de Corona, Iglesia y Tierra. Moldbug mencionó – no muy contundentemente – la biodiversidad humana y eso es sobre evolución, pero hay más en la crítica evolucionista de la modernidad que mencionar la herencia biológica de la especie humana.

Existen muchas maneras en las que la teoría de la evolución demuestra los problemas del progresismo. Veamos cuatro de ellos:

La básica es que la evolución moldeó nuestros cerebros tanto como al resto de nuestros cuerpos; nuestros cerebros determinan mucho de nuestro comportamiento y tanto o más de nuestro comportamiento observable es heredado. Mirá arriba, en el video. La serotonina modula el comportamiento animal en las langostas tanto como en los humanos. No podés cambiar eso.

Un corolario de esto es que diferentes poblaciones evolucionaron en áreas geográficamente separadas, adaptándose durante decenas de miles de años a sus distintos ambientes, produciendo básicamente diferentes tipos de cuerpo, por supuesto, pero también variaciones en el propio cerebro. La evolución no se detiene en el cuello. Así, las diferentes poblaciones humanas, y eso incluye lo que popularmente conocemos como razas, tienen diferentes tipos de cerebro, diferente comportamiento, diferentes talentos y disposiciones. Steve Sailer lo llamó bio-diversidad humana (BDH).

Y, por supuesto, una característica importante de la vida en la tierra, ciertamente de la vida animal, es la reproducción sexual. Hay dos sexos que deben copular para poder reproducirse. Los llamamos macho y hembra. La definición de macho y hembra viene de la diferencia en el tamaño de los gametos. Los machos tienen pequeños gametos; esperma le llamamos en animales, las células del esperma son pequeñas. Las hembras tienen grandes gametos; en animales les llamamos óvulos, los óvulos son muy grandes. Eso solamente – la diferencia entre las células reproductivas pequeñas de los machos y las grandes de las hembras – ya crea enormes incentivos para distintos comportamientos en cada sexo. El esperma es pequeño, barato de producir, fácil de esparcir. La producción de óvulos es metabólicamente costosa. Es economía básica. El esperma es barato, los óvulos son caros. La reproducción siendo un acto extremadamente importante: básicamente el punto del ADN como molécula, el punto mismo de la vida; tener tu reproducción mediada por cosas baratas o caras probablemente va a guiar a la evolución en distintos caminos. Hasta donde es posible (al final, tanto ADN masculino como femenino es mezclado en cada embrión), los machos y las hembras van a reproducirse mejor si desarrollan estrategias de comportamiento que optimicen cómo usan sus gametos. Así los machos y hembras de cada especie se comportan distinto. Deben hacerlo, o la evolución no tiene sentido.

Solamente esto es poderoso. Va en contra de todos los dogmas del progresismo. El comportamiento tiene una base genética muy sólida. Esto implica que las razas se comportan diferente y que los sexos se comportan diferente, lo que ya destruye la misma base del progresismo; de la Ilustración, realmente. Los cerebros humanos no son una hoja en blanco, los ha moldeado la evolución, de muchas formas, formas que importan y que no podés cambiar.

Pero los cerebros no son lo único que moldea la evolución. Esta cuarta forma es quizá la implicación más profunda de la teoría de la evolución. La evolución no sólo se trata de organismos vivos, la evolución se trata de la existencia. De raíz, la evolución se trata de conflicto; la evolución prueba lo que ocurre cuando diferentes elementos están en conflicto y cuáles son sus estrategias hacia la victoria. La existencia implica conflicto; la existencia está en conflicto con la inexistencia. Las cosas que existen lo hacen por una razón. Lo hacen porque le ganaron a otras cosas, que ya no existen. Las cosas existen porque funcionan. Las cosas que dejan de funcionar cesan, tarde o temprano, de existir. Si estudiás cómo llegaron a existir, cómo lograron ganarle a las otras cosas que solían hacerlo, o que pudieron existir, entonces estás haciendo teoría evolucionista. Esto es más abstracto que la propia evolución física de las moléculas del ADN en los seres vivos, pero es el mismo proceso.

Es tan abstracto que lo podés ubicar en la religión trascendental. Por eso fue acuñado el término Gnon. Gnon viene de las siglas inglesas invertidas de «la naturaleza o el Dios de la naturaleza» (Nature or Nature’s God); siendo la naturaleza aquello que existe, lo que ha evolucionado. Si entendemos esto, debemos aceptar que todo existe por una razón. Todo existe porque funciona, ciertamente funcionó hasta nuestros días. Ahora, puede que no te guste que algunas cosas existan, puede que las querás destruidas, pero antes de hacerlo ponete a pensar sobre el proceso evolutivo que lo hizo existir en primer lugar. Porque acordate que eso está aquí porque funcionó, y si el proceso evolutivo que lo dejó ahí en primer lugar sigue existiendo, entonces esa cosa volverá. Gnon la traerá de vuelta, no importa cuánto la detestés ni cuánto la querás destruir, Gnon la traerá otra vez y no podés hacer nada al respecto.

Esto no significa que nos debe gustar todo o que todo siempre permanece estático. La naturaleza cambia; Gnon cambia de opinión. La evolución es un proceso que implica cambio. La vida cambia, los animales cambian todo el tiempo. Los humanos cambiamos cosas y a veces ese cambio es horrible. El sacrificio humano solía existir. Los cartagineses sacrificaban a sus propios hijos, a sus primogénitos. Eso pasaba. Pasaba por una razón. Evolucionó y les funcionaba a ellos. Entonces los romanos los conquistaron y acabaron con esa práctica; no regresó. Dejó de funcionar, eso también es evolución. Es la voluntad de Gnon.

Los romanos destruyeron otras cosas. Destruyeron la familia patriarcal. Les pareció mejor irse a divertir y ser pródigos. Dejaron de tener hijos; el hedonismo romano pasó. Vinieron los germanos y los conquistaron. El hedonismo romano dejó de existir. Roma en sí misma dejó de existir. Gnon trajo de vuelta a la familia patriarcal, eso funciona. No podés acabarla. Por un rato puede que la suprimás, incluso un rato largo, pero vuelve; Gnon siempre la trae de regreso. El punto es discernir qué va a volver y qué no. Lo que siempre funciona y lo que no necesariamente lo hará. En términos teológicos, debemos descifrar la voluntad de Gnon. Supongo que traducido al chino sería el Dao.

Descubrir la voluntad de Gnon no es fácil. Ciertamente, algunos cartagineses protestaron contra la práctica de sacrificar a los primogénitos a Moloc, pero las élites de Cartago creían con devoción que estaban alineados con la voluntad de Gnon. Resultó que no, y lo pagaron muy caro. Y por supuesto muchos romanos protestaron en contra del cese de la autoridad patriarcal y en general contra la inmoralidad sexual de la Roma tardía, pero la gente pensó que no era importante, pensaron que la voluntad de Gnon cambiaba. Pues resultó que no, también pagaron muy caro.

Hay que ser cuidadoso con estas cosas, con la sociedad y la cultura. Cada ritual social existe y debe ser comprendido dentro de la voluntad de Gnon si hemos de sobrevivir, si queremos seguir existiendo de alguna forma en un futuro. Esto significa que debemos comprender por qué todo existe, cómo llegó ahí, cómo evolucionó. Hay que entender su historia, en otras palabras.

En los ejemplos anteriores, los cartagineses sacrificaban a sus primogénitos porque muchos siglos atrás, en el levante, las gentes hacían sus sacrificios. Tuvieron problemas, sí. Tal vez era el clima o alguna guerra. Sacrificar toros y cabras como siempre no estaba lográndolo. De repente, a algún loco – una loca, más bien – tiró a su bebé al altar de los ídolos. Luego pasó algo bueno; funcionó. Tal vez los soldados vieron a la mujer matar a su hijo, sintieron su entrega hacia la tribu y eso les dio coraje, aumentó su moral y les hizo ganar una batalla o dos. O tal vez hubo una coincidencia y al día siguiente llovió. De cualquier forma, la práctica se quedó y desde entonces se volvió una símbolo de entrega a la tribu. Un símbolo muy costoso y, por tanto, muy fuerte. El simbolismo (entiéndase, «señalización») también existe. Existe por una razón, una muy buena razón. El simbolismo es importante. No podés manejar un grupo grande de humanos sin entrega y necesitás símbolos costosos para confirmar esa entrega. Los símbolos a su vez tienden a degenerar por motivos espurios; la gente codiciosa tratando de ganar estatus, eso no le gusta a Gnon. No le molesta demasiado, por eso existen los pavorreales, pero de tanto en tanto detiene estos procesos degenerativos y restaura el orden.

El sacrificio de infantes dejó de funcionar; no era necesario para producir su función de símbolo costoso de entrega. Gnon trajo una alternativa. El error romano fue más fatal, sí. Los romanos no es que se equivocasen con el simbolismo, ellos se equivocaron con algo muy fundamental; se equivocaron con la familia y no hay alternativa a la familia. Podés tener todo bien alineado y aún así perecer porque te equivocaste con la familia. Roma fue un imperio muy grande y duradero. Hicieron muchas cosas bien: tenían la maquinaria militar más efectiva de su tiempo, concretaron una cultura urbana que muchas tribus por todo Occidente adoptaron con facilidad. Mantuvieron una maquinaria burocrática y logística igualmente efectiva. Pero se equivocaron con la familia y lo pagaron caro. La familia existe por una razón, una razón permanentemente válida. Bueno, tal vez no sea permanente, nadie conoce el futuro, pero ciertamente es válida hoy día y lo será en el futuro cercano.

La familia patriarcal funciona. Evolucionó por una razón. Probablemente evolucionó muchas veces de forma separada. Hay un libro al respecto, The Inevitability of Patriarchy se llama, que desarrolla la tesis. Básicamente, para que un país prospere los hombres deben defenderlo. ¿Por qué lo van a defender los hombres? Bueno, les pagan. Les pagan muy bien. En Roma, al menos, ser soldado era un buen trabajo. ¿Pero para qué quieren ese dinero? Para mantener una familia, tener una esposa e hijos. Énfasis en tener, que implica posesión. La posesión significa un cierto grado de libertad de uso. Tenés a tu esposa, la podés usar para que sea buena con vos y haga las cosas que vos querás. Lo mismo va para los niños. Los niños son el punto de todo esto, los niños son todo. Gnon manifiesta su voluntad a través de los niños. Eso es la evolución.

Pero por alguna extraña razón, Gnon no hizo que los hombres deseen casarse y tener niños en lo abstracto. Las urgencias conductuales de los hombres son algo indirectas. Los hombres necesitan sexo como necesitan comer. Un hombre sin comida durante un largo período de tiempo detendrá todo lo que hace y se volverá loco hasta que pueda encontrar algo comestible. Un hombre sin sexo detendrá todo lo que hace hasta encontrar a una mujer que desee. Si la mujer es buena con él, se queda. Así lo hizo Gnon. En los viejos tiempos eso resultaba en niños vivos. Gnon lo vio y vio que era bueno; eso hacen los hombres ahora. Un hombre con una esposa obediente e hijos bien portados es un hombre feliz, uno que peleará para defender eso.

Le quitás eso a un hombre y no va a defender nada. ¿Para qué? Sin mencionar que muchas veces no es el hombre el que se lo quita él mismo. Muchos hombres preferirían abandonar a sus esposas y a sus hijos por buscar mujeres cualquiera. Ese hombre, de tener éxito, puede que sea feliz. Tal vez más feliz que un hombre casado, pero no es un hombre que vaya a pelear por su país. No tiene incentivos, por eso el hombre promiscuo solía ser considerado un mal en la mayoría de sociedades. Estos hombres no tienen nada invertido en el juego, son desleales. Gnon hace que esta clase de comportamiento sea repudiado en la mayoría de sociedades sanas. Por eso existían las leyes en contra de la fornicación y demás regulaciones al comportamiento sexual. La monogamia es una forma de resolver esto, pero no la única. Por esto, para Gnon, tener sexo con una mujer que no es tu esposa legal o una prostituta es un crimen punible.

Los romanos se equivocaron descartando todo eso. Dejaron que sus mujeres fuesen desobedientes con sus maridos, lo que destruyó el incentivo de muchos hombres de permanecer al lado de sus esposas. Esto destruyó cualquier motivo para defender al imperio. Pronto ningún romano quiso hacerlo y, ¿qué pasa cuando un país se queda sin hombres que lo defiendan? Alguien ataca y ese alguien gana; la inevitabilidad del patriarcado. Es la evolución, la voluntad de Gnon.

* * *

Recapitulemos. He estado escribiendo sobre epistemología últimamente. Una temática importante de este blog desde el inicio era entender por qué los izquierdistas creen las cosas que creen. Toda esa basura clásica. ¿Son estúpidos? Bueno, obviamente no. Miren Harvard. Ellos no son estúpidos, pero sí son izquierdistas. Obviamente creen cosas falsas pero, ¿por qué?

Hay dos partes en esa respuesta. Primero, no podemos saber qué cree la gente. Podés saber lo que dicen que creen; es muy distinto. No es posible saber qué pasa por la cabeza de alguien.

Segundo, lo más probable es que no pase nada por sus cabezas. No podés tener conocimiento definitivo en nada y no hay una razón por la cual los cerebros humanos hayan tenido que evolucionar para capturar la verdad objetiva. Nuestros cerebros los diseñó Gnon para que pudiéramos estar aquí, para sobrevivir y reproducirnos; eso es todo lo que deben hacer. No es algo fácil, por supuesto. Por eso nuestros cerebros son grandes y complejos, pero no tiene sentido que les deba importar la verdad objetiva, tanto en términos evolutivos como abstractos. Lo que importa es ser apto evolutivamente. En términos humanos, eso significa tener estatus social. La gente que quiere estatus social dirá y hará lo que haga falta sin importarle cuán falso o sin sentido pueda parecer y también pueden llegar a creer lo que sea conveniente. Al final eso es todo lo que significa «creer»; podés definirlo como «tener cualquier contenido mental necesario para producir algún comportamiento particular». La mayoría de la gente cree que los homosexuales nacen de un modo a la vez que consideran a la transexualidad una elección libre. No tiene sentido, claro está, pero el punto es decir eso cuando les pregunten y poder interactuar con el grupo designado víctima cuanto sea necesario.

El racionalismo iguala al lenguaje con el pensamiento; Chomsky célebremente dijo que la primera función del lenguaje es transportar el pensamiento, no la comunicación. Eso no tiene sentido, por supuesto. La mayoría de la computación que tu cerebro hace para mantenerte vivo no usa ninguna clase de lenguaje. Excluyendo a una minoría de personas que tienden a tener extensos monólogos internos, eso es sólo práctica de conversación. Si hablás solo generalmente es para hablar con otros.

Claro, el lenguaje es una parte fundamental de cómo interactuamos socialmente y mucho de nuestro conocimiento es social. Aprendemos de otros cómo comportarnos, cómo hablar; en tanto el conocimiento esté mediado por el lenguaje, el lenguaje será un medio social. No hay significado en el lenguaje más que la correlación entre ciertas palabras y el comportamiento de las personas que las usan. Podés aprender que el sol sale desde la misma dirección cada día sólo viéndolo vos, pero sólo vas a conocer el significado de «democracia» escuchando a alguien hablar al respecto. Expuse esto aquí también.

Los humanos somos criaturas sociales, aprendemos la mayor parte de nuestro comportamiento de otros, lo que incluye la totalidad del lenguaje. ¿Qué determina lo que hace la sociedad? Una forma de pensar al respecto es afirmar que el poder lo hace; la política lo hace. Las sociedades tienen jerarquías de poder. La gente de arriba puede cambiar el comportamiento de otros con violencia o con persuasión. Esto puede parecer obvio y, de hecho, estaba en el centro del pensamiento político chino. Confucio habló sobre cómo un soberano cortés y bien portado podría «enseñarle» a su gente cómo ser morales. El señor Shang comentó sobre cómo el Estado podría efectuar leyes para ejecutar o torturar a aquellos que no se comportasen moralmente. Ambas cosas funcionan, hasta cierto punto. Eventualmente ambos pensares fueron integrados en el confucianismo imperial, la ideología reinante de China durante dos mil años.

Mientras, Europa estuvo bajo el encanto del racionalismo mediado por la cristiandad. No llegamos a tener estas ideas hasta que vinieron los comunistas. O supongo que Hegel llegó a esto. Los expertos en el idealismo alemán pueden contribuir en los comentarios. Los comunistas se dieron cuenta de que la gente va a hacer y a decir lo que se les diga; se enamoraron de la idea. Lograron capturar todos los niveles de poder y cambiaron a las personas para que hicieran lo que ellos querían. George Orwell lo ilustró vívidamente cuando las fuerzas de O’Brien hicieron a Smith decir que dos más dos era cinco. No hay módulo en tu cerebro que contenga los números cuando nacés. Algunas tribus perdidas ni siquiera tienen números. El modo en que contamos, nuestros sistema numérico, es un constructo social. Con suficiente fuerza estatal, podría llegar a cambiar.

Sin embargo, el problema con el comunismo, así como con el legalismo chino, es que ambos olvidan a Gnon. El conocimiento es socialmente construido, claro está. El poder puede alterar a la sociedad, sí, pero el poder está dentro de la sociedad, los poderosos son personas también. El Estado no es un agente sin causa con libertad de acción. Nadie tiene libertad, todo ha evolucionado, todo está sujeto a la voluntad de Gnon. El conocimiento es socialmente construido pero la forma precisa en la que los humanos adquirimos conocimiento de la sociedad es un mecanismo evolucionado. Este es el mecanismo de Gnon. Si querés jugar con él, tenés que entenderlo primero. No podés simplemente decirle al gentío que dos más dos es cinco, esas cosas se enseñan en la infancia, más tarde cuesta alterarlo.

No podés decirle a la gente que llamen a un tipo con barba por «elle». Las construcciones básicas del lenguaje son aprendidas en la niñez y son un hábito tal como la forma de caminar o de saltar. Podés poner a la gente de rodillas y hacerlos decir lo que sea, pero no podés cambiar hábitos formados por siglos de repetición y el punto es ese: la repetición. El punto de los pronombres es que son muy frecuentes y los pronombres con género tienen una frecuencia casi igual, por eso aún existen. La evolución puede ser vista en el mundo natural pero es más obvia y fácil de percibir en el lenguaje. Los patrones gramaticales que no funcionan desparecen con el tiempo. No podés hacer que la gente recuerde un pronombre que sólo usan en la universidad cuando hablan con el 1% del estudiantado.

Así que sí, todo es un constructo social, pero los constructos sociales han evolucionado y la evolución sigue los trazos que dejó puestos Gnon; sigue nuestras estructuras cerebrales innatas, a su vez productos de la evolución, acaso biológica, en otra escala temporal. Las construcciones sociales que funcionan se quedan; las que no, desaparecen, y suelen llevarse con ellas a quienes las practican. Podés jugar con el idioma, pero no será algo permanente. Podés jugar con el simbolismo, pero puede que terminés matando a tus propios hijos. Podés jugar con la familia, pero eso tal vez acabe con un montón de gente muerta si te equivocás.

La única manera de ver cuáles constructos siguen la voluntad de Gnon es estudiar la historia, observar lo que existió, dónde existió y por cuánto tiempo. Esto es lo que Moldbug llamaba «historia lenta«; sólo ahí podés encontrar las viejas verdades. Por eso la Iglesia de Gnon no tiene sacerdotes, sólo historiadores y biólogos. Y conferencistas motivacionales en tour.

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